Queridos estudiantes, esto es correlación positiva
Para todos mis estudiantes, tanto pasados, como presentes y futuros.
Como profesor en la Universidad de Deusto y entusiasta de los datos, me encanta encontrar patrones que surgen en el aula y por eso os traigo un análisis que me gustaría compartir con todos vosotros.
Dicho análisis revela la correlación entre la asistencia a clase y la nota final de los estudiantes.
Y sí, has adivinado, ¡asistir a clase SÍ importa! Seguid leyendo conmigo y os explicaré por qué, basándome en los datos analizados.
En primer lugar quiero compartir unos gráficos de correlación que he elaborado.
Esta primera imagen tenemos 2 gráficos correspondientes al curso 2021-22, mientras el primero, un gráfico de donut con un KPI en medio nos muestra la paridad del alumnado (en este caso bastante igualada), el segundo nos muestra la relación entre las variables de asistencia y calificación final.
Podemos observar que cuanto más arriba se ubican los puntos, mayor asistencia han tenido, y cuanto más a la derecha, mayor nota final han obtenido los estudiantes.
Vayamos al curso actual 2022-23, que por cierto, son las calificaciones finales de la asignatura:
Como veis, ambos dibujos son gráficos de correlación. Pero fijaos bien en ellos, porque nos cuentan una historia muy interesante. ¿Veis cómo en ambos la línea se eleva hacia la derecha?
Eso, amigos míos, es lo que llamamos una correlación positiva.
En un lenguaje menos técnico, esto significa que cuanto más asistís a clase, más alta es vuestra nota final. Sí, así de sencillo. No importa el año, el grupo de estudiantes, el tiempo que haga fuera o la serie de moda en Netflix; el patrón siempre es el mismo. ¿Coincidencia? ¡No lo creo!
Sé que puede parecer que estoy aleccionando, pero en realidad, quiero que entendáis la importancia de este «descubrimiento». Ir a clase no es solo una obligación que cumplir; es una inversión en vosotros mismos. No solo aprendéis de los libros o de las presentaciones, sino también de vuestros compañeros, de los debates, incluso de esos nervios antes de una exposición que, a la larga, os harán mejores comunicadores.
Por eso, la próxima vez que suene el despertador y os sintáis tentados de darle al botón de «snooze», recordad estos gráficos. Cada clase a la que asistís es un paso más hacia vuestro éxito académico y personal. Así que, ¡arriba esas sábanas y a por todas!
Y recordad, el tiempo de estudiar es valioso. Aprovechadlo al máximo y veréis cómo se dibuja vuestra línea ascendente hacia el éxito. ¡Nos vemos en clase!
Espero que os haya gustado y os cale hondo.
Un abrazo,
Pablo Álvarez | CEO mmd